Finalmente estamos en Islandia, llegamos a Reykjavík por la mañana, pero a diferencia de las mañanas normales, no había luz, estaba tan obscuro como la noche, de hecho también estba nevando. En fin, un poco antes a este evento, nos fue bastante bien de vuelo, Frida durmió durante todo el vuelo, dado que fue de noche y ella ya se había acostumbrado a dormir de noche pues decidió dormir, el problema viene ahora, hay que convencerla de que duerma 5 horas antes!
En fin, regresando a lo de la nieve y demás, mientras manejabamos del aeropuerto hacia Reykjavík nos tocó una pequeña tormenta de nieve, realmente copos de nieve que rebotaban del parabrisas, desafortunadamente me dormí la mitad del camino (que sorpresa, no?). El resto del día lo pasamos en casa de Lauga, a 20 min caminando de Reykjavík 101. La noche de ese día Vala fue a una reunión con sus amigas, creo que fue algo así como presumir a la pequeña Frida, yo decidí ir con Hannes, así que fui a su casa donde estba Gerður e Iðunn Anna, ahí estuvimos solo un rato en lo que tomaba el tour del depto y también en lo que me echaba una chela. Finalmente Hannes me llevó al centro de Reykjavík por una chela, antes de eso me mostró un restaurante mexicano que al parecer ha sido todo un éxito, se llama Santa María, el dueño se llama Ernesto, no nos quedamos ahí porque no ibamos más que a ver el menú, la verdad se veía bastante bien.
Partimos hacía el bar/café llamado Boston, fuímos a pedir unas chelas y por algún momento pensé que quien estaba sentada ahí, bebiendo Champagne, era Björk, pero entre lo incrédulo y el exceso de maquillaje pues descarté la posibilidad de que ella fuera, de hecho estbamos justo detras de ellos. Una vez que teníamos las chelas (Viking) Hannes me preguntó: ¿Te diste cuenta quién esta ahí? Ahí fue cuando me cayó el veinte y pues sí, era Björk con Jonsi, el cantante de Sgur Rós, otra banda islandesa, ahí estaban bebiendo unas cuantas tellas de Champagna. Mientras las tellas se acababan estos comenzaban a ponerse más y más jarras y comenzaron a cantar algunas canciones de Navidad, al parecer clásicas de Islandia. En fin, así terminó mi noche, escuchando a Björk y Jonsi cantar como cualquier otra persona que se pone jarra en un bar, esa es la belleza de este lugar, que no había gente pidiéndoles autógrafos ni fotografías por lo que los artistas pueden tener una vida común y corriente, hasta el cantinero los hacia esperar porque había gente antes que ellos... Eso no quiere decir que a mi no me dieran ganas de pedir un autográfo o algo así, pero como mis amigos me comentaron hace un buen tiempo, "... es mejor dejarlos vivr sus vidas lo más cercano a ser meramente personas ..."